No comparto la idea de "inclusión" en los casos graves de discapacidad. He trabajado en un IES con motóricos, y, sinceramente, carezco de recursos, paciencia, formación y resistencia psicológica para impartir clase y evaluar a un alumno en silla de ruedas, tetrapléjico, sin control de esfínteres, que parece completamente ausente aunque después te aseguran que tiene una inteligencia media o incluso alta. No me he preparado para eso. Son alumnos que necesitan un centro especial y profesorado especialmente formado, con aulas y recursos especiales.
Y todo esto sin hablar del aislamiento que sufren estos alumnos, que no pueden jugar, ni correr, ni interactuar de forma normal con sus compañeros. Sinceramente, creo que esta inclusión hace mucho daño a quienes, por desgracia, la Naturaleza los ha hecho tan diferentes.
Pero sale más barato "incluirlos" en el centro más cercano y apelar a nuestro entusiasmo docente, una vez más.
No sé si esto va a solucionarse con este nuevo refrito legislativo...