Ya no se evalúa como cuando nosotros éramos críos.
Hoy por hoy se evalúan estándares, que son más objetivos que el comportamiento que, además cuenta con sus propios cauces para ser corregido (hacer entrar en razón al crío, hablar con los padres, que se quede a séptima hora escribiendo una redacción sobre por qué está mal lo que ha hecho...)
Conocimientos es una cosa, comportamiento otra. Mezclar todo, hoy por hoy, no está permitido. Si el alumno ha alcanzado o no cierto conocimiento es demostrable objetivamente (exámenes, cuaderno, etc), el comportamiento del alumno "se lo lleva el viento" y, además, tiene tantas interpretaciones como espectadores.