A mí me parece que ni siquiera los presidentes de los tribunales debieran ser a dedo, pero al menos fuera de Madrid solo se nombra a los presidentes entre la propuesta de la administración y los que se ofrecen a través de conocidos en las Consejerías.
Muchas veces solo se pone a dedo al presidente del Tribunal nº1 y los demás también a sorteo.
En Madrid a nuestros compañeros les debe gustar eso de decidir sobre la vida de la gente en un proceso bastante aleatorio.
Sinceramente, no lo entiendo.
Yo he tenido la suerte de que en estos años aún no me ha tocado ser tribunal. Sé que lo pasaría mal.