Europa abre la puerta y dice que todo aquel que lleve más de tres años trabajando de forma "interina" para una organización debe pasar a ser indefinido.
Los despachos de abogados ven ahí un filón, hay un millón de funcionarios interinos, multipliquemos un millón de clientes potenciales por 1500 euros de media, mucho dinero por ganar. Esos despachos lanzan la publicidad y empiezan a facturar, luego ya se verá si ganas o no la plaza, pero de momento los que se forran son ellos.
El gobierno le pone solución, añade un acceso al ya existente, daremos las plazas estructurales por un concurso de méritos.
Ese concurso no sólo no da la plaza al más antiguo sino que pone límite a la experiencia en 10 años y premia al que haya aprobado alguna vez en los últimos años, el lio está servido, porque es un concurso que premia a quién casi haya aprobado en los últimos diez años, fastidiando a quién casi aproboó en la década anterior.
Y por último están los nuevos aspirantes que están estudiando a muerte, a esos tampoco les hace ninguna gracia que se otorguen plazas sólo por méritos.

la solución es compleja, muy compleja, la inseguridad total, y ahora mismo impugnar una convocatoria de oposiciones el día en que termina el plazo para apuntarse es muy fácil, sólo es cuestión de juntarse varios y poner un poco de dinero.