Has contado un caso en el que puede considerar razonable que faltaras a clase, pero ha otros en los que no lo es ni de lejos. Por ejemplo, hace un par de años se me acercó un compañero que decía que tenía una duda. Alguien le había dicho que podemos faltar tres días sin justificar y como la semana siguiente eran las fiestas de su pueblo quería saber si podía quedarse y faltar lunes y martes sin que le pidieran explicaciones. Con mi falta de empatía le dije que no, claro.

Yo creo que para determinados casos que se salen de lo normal como el que comentas, están las excepciones. Es responsabilidad del director de cada centro decidir si una falta de un día, dos, creo que hasta tres, es justificada o no y que ante casos razonables podrá clasificarla como justificada. Pero eso no quiere decir que todos podamos faltar tres días porque sí y que tampoco será lo mismo una persona que cumple a diario y falta un día con un motivo no incluido en el decreto o una que no cumple normalmente y ademas está faltando cada dos por tres por motivos no justificados o dudosos.