Una aquellas ‘irlandesas e irlandeses’ contratados ilegalmente a dedo por Figar denunció por supuestas, y falsas, injurias a la persona que coordinaba el bilingüe, que fue expedientada y sometida a toda clase de infamias, alentadas por el inspector que instruyó el caso, mi conocido, que actuó contra la Ley siendo la voz de la consejera actuando a su servicio de manera servil…
La inspección actuó como la policía política del régimen instaurado por Aguirre y la política de destrucción de la escuela pública que a día de hoy continúa con gran éxito en el Madrid de Ayuso.