Pero más al que me dio clases en la EGB, y al que tengo que agradecerle mi notaza.

Recuerdo el año en que me presenté a la selectividad. Acojonado porque ese mismo año tuve un profesor de matemáticas bastante regulero en sus explicaciones... Recurrí por primera y única vez en mi vida a clases particulares. Eran las de mi antiguo maestro de matemáticas de EGB. Si, maestro. Titulado en magisterio. Y del que tengo no solo un buen recuerdo en mi paso por el colegio. También en esas clases particulares por las que pasé de un 6 de media a un 8 y pico en selectividad. Además, las asignaturas de cálculo y álgebra en mi carrera, que eran de las difíciles, las pasé muy fácilmente gracias a ese señor.

Qué difícil me resulta leer a algún que otro inepto que no tiene ni idea de las matemáticas que se dan en diferentes carreras y que solo sabe despotricar sin conocer ni la asignatura ni los profesionales que la imparten.

Pero me consuela saber que son pocos, aunque hagan mucho ruido.