Tengo que decir que los cincuentones (que sí, había un par de ellos, aunque me tocó un conjunto de opositories notablemente jóvenes) se me quedaron grabados más bien por lo mal preparados que iban que por la ortografía, la verdad. Y sí, claro que pusieron faltas. A veces pienso (y que conste que esto es tirar piedras contra mi propio tejado) que no les faltaba razón a quienes decían que el que vale lo hace, y el que no vale lo enseña. Y mira que siempre me enfadó esa afirmación.
(Esto último lo digo medio en broma... Ya veremos cuántos se me echan encima.)