Para mí, alguien que pone faltas de ortografía (voy a suavizarlo un poco diciendo que de forma sistemática, aunque poría evitármelo) no es culto, y si no ha puesto esfuerzo y cuidado en aprender algo tan básico puedo permitirme dudar que lo haya puesto para aprender otras cosas, que supongo que habrá aprendido con el mismo nivel de mediocridad. ¿Hace falta ser culto para ser profesor? Entiendo que ése era el debate original.
A la vista está que no. Hemos llegado a un punto en el que no hace falta saber nada para nada. ¿Para qué me ha servido a mí romperme la cabeza para entender la formulación de la química inorgánica? Para nada. ¿Las ecuaciones de segundo grado? Para nada. ¿Aprenderme las guerras púnicas? Para nada. ¿Aprender a hacer el pino? Para nada. ¿Saber que una corchea es la mitad de una negra? Para nada. ¿El mito de la caverna de Platón? Para nada. ¿Los verbos irregulares en inglés? Esto un poco, que para eso soy profesor de inglés, pero, claro, podría habérmelo ahorrado teniendo en cuenta que todo está en Google. ¿Todo esto no me ha servido para nada? Bueno, sí: para tener una cierta cultura general. ¡Ah, no, que quedamos en que eso no vale para nada!
Luego estamos cayendo en lo que al menos algunos (me incluyo) criticamos: están bajando los estándares de todo para intentar disimular el que la gente cada vez sabe menos. Profesores incluidos.