"Competir con el enemigo" es un lenguaje bastante rancio... Normal que te parezca aceptable que anulen exámenes casi perfectos porque la gente se olvide de numerar un par de páginas (que es de lo que señalaba el Artículo de Andalucía).

Bajo estos parametros propios de los Juegos del Hambre es imposible mantener un intercambio de opiniones razonable.

Si el criterio es la eliminación de la competencia y de los débiles, multiplicar hasta el absurdo los motivos de penalización tiene todo el sentido del mundo.

Pero semejante encarnizamiento administrativo solo tiene sentido desde una perspectiva de odio a la función pública.

Apruebe un examen un 80%, un 40% o un 10% de los candidatos es ABSOLUTAMENTE indiferente para garantizar la calidad de los seleccionados.

Pero dar un corte salvaje en la primera prueba tiene efectos perversos:

-Aumentar el número de las reclamaciones: que es una perdida de tiempo y dinero para los aspirantes, los correctores y la administración.

-Desvalorizar las fases didáctica y de meritos.

-Si quedan plazas desiertas se aumentarán o mantendrán el número de interinos... Algo que en Europa han dicho que es ILEGAL.


Esa es la cuestión, no si la ortografía es más o menos importante.